Las emociones también nos enseñan
Las
emociones existen para ayudarnos a movilizarnos y salir de un estado que nos podria estar haciendo mal; cuando uno siente
algo inmediatamente realiza un movimiento con el cuerpo, si
estoy feliz me expando y abro los brazos o se me infla el pecho, si
estoy enojado me encorvo y me aprieto y achico, me repliego.. Es por eso
que si deseamos que nuestros hijos se muevan, estudien con ganas y salgan de esa
parsimonia o estado de pseudoparalisis, es que necesito hacerlos
sentir para que despierten y se motiven.
En el
inicio de cada sesión con mis alumnos yo les pregunto cómo se sienten
o cómo se han sentido los últimos días, respecto del colegio, de sus compañeros,
profesores, cómo se sienten en tal o cual asignatura, cómo se sienten frente a sus padres, hermanos, para llevar un registro de
sus emociones y hacerlos saber y reconocer bien qué es lo que
sienten respecto de todos los factores relacionados con el proceso de
enseñanza aprendizaje; pues es precisamente el factor afectivo el
que en muchos casos interfiere en el proceso de aprender.
Mi
intencion esta vez es sugerirle a estos padres y madres que se han
debido transformar en profesores de sus hijos y que podrian estar
algo complicados al momento de estimular e interesar a sus hijos a
trabajar y realizar sus teletareas de manera responsable y activa, que en
cualquier instancia del dia y del encierro les vayan peguntando cómo
se van sientiendo, pudiendo incluso registrarlo en un “emoticario”
y de ese modo ir entendiendo qué les pasa cuando deben “ir al
telecolegio”. De esa manera podrán como padres entenderlos mejor y ser mas
asertivos con la ayuda y con los comentarios que les hagan respecto del desempeño o actitud que tengan sus hijos hacia el aprendizaje.
Si yo
entiendo que estoy confundido pero no molesto, o que estoy interesada
pero no feliz, podré aprovechar esa emoción para hacer algo, para
trabajarla, pues en el caso de una emocion negativa, no es ideal
mantenerla de forma sostenida, la vamos ocultando y se podria
transformar en discusión con alguien que no tiene nada que ver con el
problema emocional raiz o somatizar y llegar a quitar el apetito, o rechazo inquiebrantable frente a esta nueva modalidad de clases.
Se
sabe gracias a las neurociencias, que uno primero siente en el
cuerpo una emocion luego la razonalizo y la defino. Se recibe un in put que proviene del exterior (actua el sistema nervioso autonomo), luego llevo ese mensaje a un nivel consciente a un nivel de pensamiento -por asociacion- y le pongo
un nombre al input por ejemplo: tengo miedo. Pero en realidad lo que se siente no es miedo, fue mi cuerpo el que sintió algo muy parecido a una vez que tuve miedo y mi
memoria -por asocacion- y razonamiento le llamaron, a este nuevo input muy similar, miedo, debido a que sentì lo mismo que sentí alguna vez. Las emociones se sienten primero en el cuerpo, luego el razonamiento les pone el nombre ala emoción. Veo un león el la calle, suceden una cantidad enorme de reacciones químicas en mi cuerpo, luego mi amigdala e hipocampo trabajan y reconzco que lo que siento es miedo (tengo miedo porque se me paralizó el corazón, y no al revés, no se me paraliza el corazón porque tengo miedo.)
Es el cuerpo el que siente la emocion primero por seguidilla de reacciones fisicoquimicas, a eso yo llamaria primero movimiento. Luego al etiquetarlo, reacciono
con otra acción, corro si fuera miedo, abrazo si fuera emocion o
tristeza, saltar, si fuera dolor, distanciamiento o desatencion si
fuera aburrimiento, llanto si fuera desesperacion, sueño si fuera
cansancio, impulsividad o pataleta si fuera enojo. a esto llamaremos segundo movimiento.
Una
vez que ya hubo reacción fisicoquímica, que ya hubo movimiento,
vendrá el tercer nivel de movilizacion, la que se hace consciente,
esta emocion viene a decirme algo, qué puedo aprender, cómo corregir
lo que esta emocion me está indicando, es
ahí donde debemos llegar, a hacer algo con la emoción que logran
definir nuestros hijos con el registro de las respuestas de cada vez
que les preguntemos cómo se sienten.
Tenemos
el poder de cambiar lo que sentimos, lo que vivimos, lo que no nos gusta y generar otra
realidad. Si me duele el cuerpo cuando hacemos las tareas, será que
debo cambiar la altura de la silla, del escritorio, de la tela del
asiento, de la luz de la pantalla, etc. Si siento aburrimiento, será
porque no escucho bien revisaremos el audifono o el ruido que podria
haber en la pieza, o podria ser que la clase es muy lenta o muy
complicada? Si siento vergüenza será que la profesora alguna vez me
ridiculizó o un compañero se burló de mi respuesta? Para eliminar
una emocion que no nos gusta debemos identificarla lo mas precisa
posible y hacer algo con ella, movilizarnos para cambiar, si las
vamos acumulando terminará siendo un problema de cabecera, y bola de
nieve. Ahora a movernos!!
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