lunes, 30 de noviembre de 2015

Hijo mio por qué no quieres comer?!

Hace meses que mi hijo no desea comer, y se me está transformando en un GRAN tema y preocupación cada vez que llega la hora de la comida.

A veces, creo que me está poniendo a prueba y ver hasta dónde puede manejar a su mamá, y en otros momentos pienso que es una preocupación extra que me meto en la cabeza, pues de peso y energías mi hijo no presenta problemas...

He conocido varias personas a las que les pasa “lo mismo” que a mi con sus hijos, como también he escuchado a quienes dicen que no me preocupe, pues de un momento a otro esta “anorexia” se le quitará, y que es normal y que se ve sano..., sin embargo para mi es una preocupación hoy, ahora, porque es mi hijo.., por lo que leyendo y probando al estilo ensayo y error, he ido construyendo mi propia estrategia con ideas de aquí y de allá y me ha dado buenos resultados! Y como estoy convencida que los hábitos alimenticios se aprenden en casa, puse manos a la obra a la brevedad.

Lo primero que hice, fue darle su comida en platos grandes, asi cree que su ración es más pequeña, debido a que en su plato de dibujitos donde le daba anteriormente parecìa mucho!... Eso fue lo primero y me funcionó!!

Luego, sin mucho trabajo como podría parecer, comencé a darle sus alimentos de manera mas lúdica, no cuesta nada poner los trocitos de pollo como representando las partes de una cara, y los tallarines como la melena! Increíble, pero la actitud para comer fue otra!

Sumado a lo anterior, incorporé la noción de que no se debe castigar jamás si no se come toda la comida, que su hambre puede ser muy distinto a mis expectativas, por lo que si no desea más, no es un problema. Este punto ha sido el mas difícil para mi, pero lentamente he ido avanzando, confío en la sabiduría de mi hijo. Asì que lo único que hago, y sólo a veces, es premiarlo cuando se ha comido todo con muy buena actitud! Ya no existe “castigo” por no comer.

Los horarios, la forma de comer, la variedad de alimentos y las cantidades no han variado en lo absoluto, sólo el ambiente y mi actitud es la que ha ido modificándose con los días.

Otra gran innovación en nuestros hábitos, fue que los viernes me ayuda a cocinar en la noche, entonces yo le dispongo de todos los ingredientes, y él va armando la ensalada o la pizza o lo que fuere, con, a lo menos, tres ingredientes diferentes, mi niño arma su propia comida, y lo comparte con todos. Y qué sucedió? También resultó!! Y se ha tornado un momento muy agradable y divertido de vivir con ellos.

Lo que se ha logrado con todo ésto finalmente, es que mi hijo comprenda que la hora de comer es un momento importante, que podemos aprovecharlo para conversar y para alimentarnos,  por eso ya no existen más los cuentos o juegos o películas en la mesa a la hora de comer, para que antes, con su actitud pasiva, sólo fuera un recepcionista de comida, abriendo y cerrando la boca. Ahora estamos aprendiendo a conversar en la mesa, mientras nos alimentamos. Poco a poco comerá solito, sin ayuda, para llegar a comer junto con los adultos de la casa.

De cualquier modo, tengo que admitir que no ha sido para nada una tarea fácil, a veces recaigo, y a veces sí funcionan las técnicas para construir el hábito. Estoy consciente de que conociendo más el comportamiento de los niños en cada etapa del desarrollo, uno puede saber cuánto y dónde exigir y cuánto y dónde soltar...por eso, les comento que si siempre tienen presente que entre los 6 meses y el año y medio es una edad complicada, o que también los 5 y 6 años son mas complicados aún, teniendo eso en mente, les ayudará a comprender que en estos períodos no vale la pena batallar... sino mejor avocarse a lo más fundamental, que es demostrarles el amor incondicional, el apoyo y la comprensión. Disfrutar de experiencias y buenos momentos juntos también es lo que yo sugeriría para estas edades.

Pero respondiendo a la pregunta inicial, por qué razones un niño no quiere comer?

Pues bien, una primera razón sería lo recién señalado, existen etapas de la vida donde por genética nos comportamos mas irritables. Además, porque el menor podría estar viviendo fuera de la casa algún episodio de ”angustia” que lo tiene algo estresado, frustrado y lo expresa en casa, donde sí se siente aceptado y amado. O podría ser que la madre no tenga la suficiente paciencia y le transmite esa presión al hogar al momento de comer. Debemos aceptar que estamos frente a un menor y que ese es un comportamiento normal, que tiene siempre una explicación, no es necesariamente la obsesión de llevar la contra, aunque a los cinco o seis años, como mencioné, se están viviendo tantos cambios en su cerebro, que su comportamiento lo estará demostrando a cada instante, como con la negativa para comer, los niños cada vez desean más independencia y necesidad de explorar su entorno, más en este período, comienzan a preocuparse del medio social y en ocasiones comienzan las rivalidades y las posibilidades de desafiar, desarrollar su personalidad, y poner a prueba a quienes les rodean.

Hijo mío, estoy aprendiendo a ser mamá y mejor persona gracias a que estás cada día a mi lado.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

La autorregulación

Se esta hablando  mucho hoy en dia de la autorregulación y de cómo promover la autonomía en nuestros hijos y alumnos...


Habilidad que favorece de sobremanera a la convivencia y al trato amigable entre las personas (tanta falta que hace por estos tiempos en nuestra sociedad además). Al mismo tiempo, permite a los menores que definan sus respuestas, que se acomoden a la realidad del momento, que definan sus propias metas, que sepan gestionar con el tiempo disponible, que se autoevaluen! Que sepan buscar y solicitar ayuda. Que regulen su actuar.

Afortunadamente, en los jardines infantiles se está comenzando a considerar mas seriamente esta habilidad, tomando rasgos de algunas corrientes de educación, tales como el Montessori, los chicos van aprendiendo en la medida que tocan, juegan de manera individual o grupal y definen las reglas con sus pares. Todo dirigido por sus intereses y motivación.
Es por esta razón que en casa también debemos potenciar esta habilidad desde muy pequeñitos.

En casa podemos trabajar:
- Motivación
- Curiosidad
- Tolerancia
- Necesidad de atención y aceptación
- Autoimagen
- Autocontrol de la propia conducta
- Percepción de la realidad

Cómo? Motivación, la podemos encontrar si permitimos a los niños HACER.

Curiosidad, si ofrecemos suficientes estimulos alrededor de ellos, en su habitat cotidiano, libros incluídos.

Tolerancia, la podemos alcanzar si cuidamos nuestro propio actuar que sirva como ejemplo y si promovemos un ambiente de bienestar y calma.

Necesidad de aceptación, cuando les ofrecemos un hogar estable, con normas claras, con la entrega de un amor incondicional y les hacemos sentir pertenecientes a un grupo estable, sentimiento de pertenencia.

La Autoimagen, se construye con el feedback que les damos tras su actuar y con la confianza que les hacemos sentir de que nada está completamente mal, sino que es una manera diferente de hacer y que hay otras más eficientes y efectivas, así no denostamos el desemvolvimiento de los otros, criticar sin menoscavar.

Percepcion de la realidad, ofreciéndoles como padres un sinfin de experiencias para que mantengan los pies en la tierra y reconozcan bien el antes el después de las cosas, conocer el pasado para comprender el presente e intuir el futuro.

Autocontrol, que es el tema que nos convoca, se logra desarrollando todas las anteriores y estimulando las, siempre bien ponderadas, Funciones Ejecutivas, principalmente: Memoria de trabajo, autocontrol inhibidor, y flexibilidad cognitiva, estas tres últimas, con constantes juegos, representaciones, y contacto con el exterior, en el barrio, con la comunidad. ...Con un juego de roles, que comienzan alrededor de los dos años, el menor que encarne a Batman, o a un cocinero, ...deberá tener en mente a su propio personaje y aquellos de los otros (memoria de trabajo), evitar actuar fuera de su personaje (control inhibidor), y ajustarse a los giros y vueltas en la trama en desarrollo (flexibilidad cognitiva)...

Por todo lo anterior, los animo a que dejen de ver las situaciones conflictivas como una experiencia perdida, pues con ella involuntariamente se estará construyendo la resiliencia. Erradicar de nuestro actuar cotidiano el control de todo lo que hacen nuestros niños, evitando hacerles las cosas, dar las cosas hechas! Y dejar de llamarles la atención cuando faltan al control, lo que debemos hacer es mostrarles otras opciones y cuidaremos su autoimagen. Procuremos desarrollar niños emocionalmente estables, serenos y sin miedos.

Cuando nos estresamos liberamos el famoso Cortisol que se encarga de nublar nuestro cerebro, y actuamos de manera errática. Asi es que de nosotros depende que nuestro entorno se perciba mas amoroso, mas abierto al juego, a la risa y al motivarse a intentarlo sin temores.

lunes, 9 de noviembre de 2015

La dislexia

Es de conocimiento público que se ha dado un sobrediagnóstico de trastornos relacionados con el aprendizaje, ya sea déficit atencional, bullying, dislexia, hiperactividad, síndrome de Asperger, entre otros...
... atribuyéndole la etiqueta de enfermo a un menor que sólo actúa como tal y que probablemente la causa de su actuar sea mas bien algo emocional y/o atribuible a los adultos que rodean a ese niño o niña, ya sea por ausencia parental, maltrato infantil, mal manejo del equipo de profesores, sistema educacional accidentado, metodología equivocada para ese alumno, como infinitas otras variables, que inevitablemente afectan el proceso de aprendizaje.
Es por eso que en este artículo quisiera hacer una breve descripción de lo que se entiende desde el punto de vista psicopedagógico por Dislexia, para que cada uno saque sus propias conclusiones si es que está o le ha tocado vivir la dislexia desde cerca...o no.

La Dislexia es ante todo una dificultad lectora y no en la escritura. Sucede que repercute en esta última, pero en estricto rigor es una alteración en la lectura.
Es uno de los problemas de aprendizaje mas comunes en el sistema escolar.

Tiene un alto porcentaje de cura, especialmente si es detectada desde muy temprano.

Es una alteración congénita, se nace con ella, de tipo cognitivo, se descarta de plano algún factor socioambiental o emocional, como dije, se nace con ella, porque tiene su origen desde el momento de la formación del feto-embrión, pues son un conjunto de células, en este caso neuronas, que no llegaron correctamente a su destino, específicamente el lado izquierdo del cerebro en el lóbulo temporal, atrás de la oreja. Y con una adecuada intervención se pueden suplir esas habilidades mentales que no se están utilizando, por eso no tiene nada que ver con la inteligencia sino con una forma diferente de enfrentarse al lenguaje.

Con una temprana detección se puede corregir mediante a través de una intervención psicopedagógica.

La dislexia si bien es, a groso modo, una confusión entre letras que se parecen, no es una alteración visual, ni auditiva, ni desmotivación, ni falta de instrucción de la profesora, ni una alteración cerebral grave, ni tampoco una interferencia emocional. Descartado todo lo anterior, el diagnóstico sería entonces una Dislexia, vale decir, un problema cognitivo que consiste en confundir, invirtiendo, grafemas que se asemejan, es poseer una dificultad para traspasar un símbolo gráfico a su correcto significado verbal, además de dificultades de secuenciación y de memoria a corto plazo.

Por lo tanto, si un menor sólo lee lento o, confunde el sonido de letras pero no las intercambia con otras que se parezcan, se podría descartar una Dislexia. O si únicamente tiene un reducido vocabulario tampoco sería motivo para alarmarse, es práctica de la lectura lo que allí hace falta, dado que al parecer no hubo una exposición tprana a los signos gráficos. Por eso es tan importante la educación pre escolar. Ahí se familiarizan con gran parte de los símbolos gráficos y es el lugar donde se podría detectar cierta lentitud para incorporarlos, pre kinder y kinder serviría solo para tener en consideración esa observación de la educadora, pero jamás para diagnosticar Dislexia.

Algo que también podría dar pistas es el tender a alterar, ya sea en el habla o en la escritura, el orden de las cosas, en las categorías de palabras, pues no olvidemos que la dislexia es también una alteración en la secuenciación, por eso todo lo temporal (hemisferio izquierdo) todo lo que es ordenamiento se verá afectado. Lo bueno, es que este sería un factor muy visible y fácil de detectar por una educadora.

La dislexia es un problema de aprendizaje que afecta enormemente la autoestima y autopercepción académica de un menor, en especial porque se detecta en los primeros años de enseñanza, cuando recién está construyendo su personalidad, sus relaciones, su identificación con el medio, y afianzando su lenguaje! Por eso es importantísimo intervenir rápido, y potenciar de inmediato todas las otras fortalezas que tenga el alumno.