lunes, 16 de marzo de 2015

Talleres de verano

Mientras más días libres tenga mi niño, mas exigencia le llega a la madre... osea en verano tengo más trabajo, más necesidad de echar a volar mi imaginación y por sobre todo más necesidad de llenarme de energía y amor para convivir muchas horas juntos.

Pero este tiempo de verano, lo podemos tomar como una oportunidad para conocernos mejor mutuamente, sobre todo si coincide con las vacaciones de ambos. Aprovechemos esta temporada de descanso para compartir con nuestros hijos, jugar, desarrollarles habilidades sociales, descubrir sus talentos y reforzar a la larga la identificación y los lazos con la familia.

A la vez, podemos tomar este período para que cada niño se observe a si mismo.
Generalmente sucede que le ofrecemos cursos de música, natación, pintura, fútbol, dibujo, surf, entre otros, lo que será una instancia para que cada menor pueda ver cuánta aptitud tiene para cada taller, y observarse también cómo convive con nuevos amigos y con profesores que no conoce. Aprenderá mucho de sí con todo eso.

Nosotros como padres, podemos ayudarlo a que tome conciencia de sí mismo mientras lo pasa bien, guiándolo con continuas conversaciones a lo largo de todo el taller.
Podemos ayudarlo a superarse, observándose en cómo se desempeña desde un inicio, cómo va avanzando y cómo es su rendimiento en la última clase...para eso podemos ayudarlo a visualizar el cómo cree que será cuando termine su curso: crees que nades la piscina entera? Podrás cocinar las galletitas sola? Te imaginas parado en la tabla de surf sobre una ola? Me podrías dibujar a mi cuando termines tu taller para colgarlo en mi pieza?, etc...

Al mismo tiempo, podrá ver cómo sus padres le preguntan por sus nuevas y cortas aventuras, ver si son puntuales y responsables con el curso al que asiste, y si vibran o no con el lazo que cada hijo va construyendo con su nueva actividad; empatía!

La idea es acompañarlo, felicitarlo, estar incondicionalmente con ellos en sus logros y en sus frustraciones, los padres no vamos a ser ni mas ni menos comprometidos dependiendo de si le gustó o no el taller al hijo, estaremos en las buenas y malas experiencias de nuestros hijos comprometidos con la decisión, y que dura tan poco además...!
Podemos hacer de ese taller "un momento para nosotros", disfrutar de un cocavi y una buena conversación después de cada jornada.

Con el resto de su tiempo de verano, podemos también inventar juegos juntos y dejarnos momentos para cada uno... en silencio y disfrutando del tiempo que las vacaciones nos dan. Tiempo que nos dan para estar juntos sin tanta rutina, y aprendiendo a observarnos mutuamente con todas las horas de más que tenemos para compartir día a día.